Como los canarios cada año hay que cambiar la piel, nos quitamos el moreno y volvemos a nuestro hábitat natural, la montaña. Los sherpas habituales este domingo 23 nos hemos metio en el cuerpo una ruta con mar, desnivel y perfecta para desengrasar lo músculos entumecidos de tanta sal del agua y algún que otro liquido veraniego.
Comenzamos hacia las ocho de la mañana con las primeras luces, por el ya conocido camino de ascenso al collado del Roldan, tras llegar a el descendemos por el camino de la derecha, a pocos metros nos descolgamos por el barranco que lo cruza buscando los hitos del sendero que nos conducirá todo hacia abajo hasta cala Estrella. Bajamos hasta encontrar la playa en la que desembocan al menos 4 barrancos, que junto con la acción del agua conforman una preciosa playa multicolor de cantos rodados, la intención es seguir hacia el oeste, pero nos encontramos con que el mar de fondo ha hecho subir la marea y tras varios intentos decidimos no seguir, quedando sin visitar la cueva con lago que flanquea la playa al oeste.
Abandonamos la playa y comenzamos la ascensión por el sendero dirección oeste, encaminándonos hacia la cumbre del puntal del moco por su cara sur.
